Este fin de semana leyendo el dominical encontré un articulo sobre algo, que desde unos hace unos años para acá, vengo observando.
Y es que nos están intentando vender zapatos imposibles, que nada tiene que ver con las mujeres que veo en mi día a día.
Por muy bonitos que sean estos zapatos; no creo nadie en su sano juicio, pueda conducir, ir al trabajo, salir de copas o disfrutar de una tarde de compras...sobre unos tacones de 13 o14 cm.
Los expertos coinciden en que mas de 6 cm de tacón hacen que el peso se proyecte hacia delante, en consecuencia al tener que cambiar nuestro centro de gravedad, modificamos la forma de andar, aparecen los dolores lumbares, cayos, ampollas... y mas a largo plazo juanetes y acortamiento de los tendones de pie.
Eso sin contar las caídas, esguinces y fracturas... debido a la falta de estabilidad.
Es posible que nos estemos pasando. Una cosa es ir a la moda y otra bien distinta ser una víctima de ella.
Un poco de tacón, estiliza y aporta elegancia.
Pero llevar unos tacones con los que uno apenas puede andar y parecer un pato mareado, por lo menos para mi, no es sinónimo de elegancia.
Creo que me conformare con verlos sobre la alfombra roja.
¿Y vosotras os atrevéis con ellos?
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